La economía argentina agrega una capa extra de complejidades a las operaciones comerciales y de servicios que dependen del acceso al mercado de cambio de moneda extranjera: no es novedad.
A través del SIRASE (Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior), la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) analiza el cumplimiento fiscal y la capacidad económica y financiera de aquellas personas -físicas y jurídicas- que realizan pagos al exterior por servicios contratados.
Los reclamos que importadores de servicios e industrias afectadas por el SIRASE realizan por demoras o discrecionalidad en las resoluciones de solicitudes se incrementa semana a semana, y en la aviación, tan ligada a los servicios provistos por compañías del exterior, la situación dista de ser la ideal.
En este contexto, Aviacionline pudo saber que Flybondi es una de las empresas afectadas por las demoras en la aprobación de las declaraciones SIRASE que presentó en los últimos meses, situación que pone en riesgo la operatoria de la compañía.
De acuerdo con fuentes cercanas a uno de las compañías que entregó aviones en leasing para que la low cost opere, la acumulación de pagos pendientes de cánones de arrendamiento puede provocar que dos de sus aeronaves queden impedidas de operar en un plazo «perentorio».
También se detectó que la empresa estuvo realizando para junio toda una tanda de reprogramaciones y cancelaciones, lo que parece que tuviera una intención preventiva para mitigar el eventual impacto. Al parecer la misma suerte habría corrido el lanzamiento de una nueva ruta a Brasil, cuya apertura a la venta hubiera ocurrido a fines de mayo.
En el marco del plan de crecimiento de flota dado a conocer a fines de 2022, la low cost tenía planificado el ingreso de dos nuevos aviones en el mes de junio. Habrá que ver cómo sigue ese calendario si se confirma que no estaría pudiendo pagar el arrendamiento de las aeronaves actuales.
Aviacionline se comunicó con la compañía pero desde Flybondi no quisieron hacer comentarios al respecto, sin embargo fuentes del sector confirmaron la situación, calificándola de «crítica» y que ya habría sido elevada con nivel de urgencia a los organismos de los ministerios de Economía y de Transporte.
Problema general, situación particular
La coyuntura afecta con diferentes magnitudes a los distintos actores, ya que Flybondi no cuenta con una estructura operacional que tenga servicios clave -simuladores, mantenimiento y repuestos- concentrados en una filial foránea del mismo grupo.
Por tanto, la provisión de esos servicios primordiales para la operación involucra necesariamente la contratación de terceros, y si bien existen algunas compañías locales con cierta capacidad de sustitución de esos servicios, no existe ninguna compañía de leasing de aeronaves que cierre contratos en Pesos Argentinos. En una situación similar se encuentran las compañías de software que cobran sus licencias de uso de sistemas propietarios en el exterior.
Los lessors que enfrentan una demora en los pagos de un cliente cuentan con una batería de acciones para sancionar los atrasos. La acción más directa es suspender el permiso de operación de los aviones afectados en el contrato, lo que implica dejar las unidades en tierra hasta que la situación se regularice.
La Carga Aérea, seriamente afectada
Desde JURCA, la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina, ya habían manifestado su preocupación por la «imposibilidad de importar insumos necesarios para la operación diaria de las líneas aéreas», y agregan que los operadores que transportan carga están alcanzados por el parking de 90 días definido por el BCRA para el pago de servicios al exterior.
Destacan desde la Cámara que la operatoria de carga requerirá de SIRASE, lo que genera inquietud en los freighters porque, a diferencia del transporte marítimo que suele tener tiempos de entrega de entre 30 y 60 días, la medida obliga a tener en suspenso un pago por servicios prestados que puede acercarse a los cuatro meses, teniendo en cuenta que el transporte de cargas se paga entre 15 y 30 días antes del envío efectivo.
Tras una reunión de IATA y JURCA con la Subsecretaría de Comercio, hay expectativa por una enmienda a la normativa, ya que desde el organismo público se mostraron comprensivos de la situación y entienden que podría afectar seriamente la oferta, con la consecuente suba de costos y pérdida de competitividad.
Sin embargo, la Subsecretaría es el órgano ejecutor de la directiva recibida del Banco Central, por lo que el camino para revertir la medida es largo y no depende exclusivamente de la comprensión de la oficina.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión