Desde enero de 2016, el Tango 01 está desprogramado del servicio activo de la Agrupación Aérea Presidencial. Pero esa situación estaría por cambiar muy pronto. 

Según lo expresado por diversas fuentes, se habría solicitado un presupuesto en firme para reacondicionar el Boeing 757-200 y devolverlo al servicio como avión presidencial. Dentro de los trabajos de reacondicionamiento y retorno al servicio se le harían las recorridas que tiene pendientes y se incorporarían tanques de combustible adicionales para extender su alcance, que actualmente está en el orden de los 7.400 kilómetros. 

Los trabajos se realizarían en el sector militar de la Base Aérea de El Palomar, hogar del Grupo 1 de Transporte de la Fuerza Aérea Argentina. La Agrupación Aérea Presidencial mantiene su asiento en el Aeroparque metropolitano. 

 

Cabe recordar que el T-01 cuenta con equipamiento tecnológico actualizado, y que más allá del mantenimiento que le falta es un avión que puede cumplir con el rol asignado con eficiencia durante al menos 10 años. Las consideraciones sobre adquirir otra aeronave -se había evaluado la compra o conversión de un Boeing Business Jet 737NG, lo que implicaría una reducción de asientos- se descartaron, ya que necesita una inversión muy grande cuando la plataforma existe y puede volver al servicio activo por una fracción del costo. 

Vender el 757-200 en el estado en el que se encuentra es antieconómico, teniendo en cuenta que no se obtendría por él una suma significativa. Arreglarlo para venderlo es, a todas luces, una picardía. 

El T-04, un Boeing 737-500 de 26 años de edad no sufrirá cambios por el momento. El ex Aerolíneas Argentinas (con matrícula LV-AYE) continuará en servicio activo y su mantenimiento será realizado por ARSA. 

La sección de helicópteros no sufriría alteraciones y seguirían operando tanto el H-01, un Sikorsky S-70A Blackhawk, como los dos S-76B Spirit H-02 y H-03. 

El Bombardier Learjet 60 Tango 10, y su gemelo T-11 (que fue adquirido el año pasado y no llegó al país todavía) no pertenecen formalmente a la flota presidencial, aunque el primero ha cumplido esa función reiteradas veces desde su incorporación a la Fuerza Aérea Argentina.

La Agrupación Aérea Presidencial (AAP) depende de la Casa Militar, y es independiente de la FAA.