Representantes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Argentina (APLA), la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) mantuvieron ayer martes una reunión con el nuevo Ministro de Transporte de la República Argentina, Alexis Guerrera, quien asumió en el cargo a principios de este mes luego del trágico y lamentable fallecimiento de Mario Meoni en un accidente de tránsito ocurrido el 23 de abril.

El encuentro, detallaron los gremios a través de un comunicado, giró en torno a una serie de asuntos heredados de la gestión de Guillermo Dietrich durante el gobierno anterior sobre los que Meoni o bien Alberto Fernández decidieron no avanzar (COVID mediante), como la eliminación del interchange y el restablecimiento de pisos tarifarios, pero también sobre urgencias que la pandemia ha impuesto como la vacunación de los trabajadores aeronáuticos contra el COVID-19.

Otro de los puntos tratados tuvo que ver con la situación de los empleados de Avian, Andes, Flyest y LATAM Argentina. Sobre Avian, desde hace varios meses hay rumores de algún tipo de resurgimiento con los dos ATR que quedaron almacenados en Aeroparque, aunque sus trabajadores quedaron atrapados en un limbo que la justicia sigue sin resolver. Andes, que venía en picada desde fines de 2018 acorralada por el nuevo panorama competitivo, arrastraba meses de sueldos sin abonar a sus empleados, por lo que la reanudación de sus vuelos es incierta aún cuando sus directivos expresen cierto grado de esperanza. Flyest se presentó en concurso a finales del año pasado, mientras que LATAM Argentina terminó durante el fin de semana de sacar del país a la última aeronave que permanecía varada. Si bien la mayoría de los empleados se acogió al «retiro voluntario», todavía existen reclamos por cómo se orquestó su salida de la operación doméstica.

Por último, los gremios también plantearon a Guerrera por las paritarias de Aerolíneas Argentinas e Intercargo, luego de que la propuesta de las empresas hayan sido rechazadas durante sendas reuniones con los directivos que tuvieron lugar la semana pasada. Ni desde los sindicatos o Aerolíneas Argentinas quisieron brindar precisiones sobre la propuesta ante las consultas realizadas por Aviacionline, pero fuentes cercanas a los trabajadores manifestaron que el porcentaje ofrecido fue muy insuficiente.

De acuerdo al frente aeronáutico, Alexis Guerrera «afirmó estar al tanto de varios de estos temas, y se comprometió a analizar los pedidos efectuados para poder darnos una respuesta a cada uno de ellos».

Así también ratificaron su «necesidad de avanzar de forma urgente en soluciones sobre estas cuestiones», manifestando que «ya pasó un año y medio desde que el gobierno anterior se fue, y al día de hoy los avances para revertir la desastrosas consecuencias de la Revolución de los Aviones han sido modestos como mucho».

Restará ver qué fortaleza política tiene Guerrera para poder armar una agenda independiente en materia aerocomercial. Aunque pocos creen que algo así pueda ser posible considerando la afinidad entre el gobierno y los gremios aeronáuticos, el mundo político argentino siempre se guarda sorpresas, y no sería ni la primera ni la última vez que los segundos resulten traicionados al vaivén de intereses superiores muchas veces incomprensibles en su visión.

Por otro lado, junto a reclamos salariales justos y urgentes, o situaciones laborales insoportables como las de Andes o Avian, y por más bienintencionadas que sean, suenan anacrónicas las discusiones que giran en torno a restablecer pisos tarifarios o volver al monopolio de los servicios de handling, cuestiones que el mundo ha dejado atrás hace décadas con resultados excelentes en materia de crecimiento para la industria, y que solo un evento que ocurre cada cien años como esta pandemia pudo poner contra las cuerdas.

De nuevo, por muy buenas intenciones que haya (y creo que las hay), no se puede construir un transporte aéreo moderno y dinámico que sirva a los intereses nacionales del siglo XXI desde La Quiaca hasta Ushuaia siguiendo el espíritu de una ley de política aerocomercial concebida en otro universo, y de cuya promulgación se cumplieron hace pocos días 50 años (sí, medio siglo).