Siguiendo el proceso judicial iniciado en junio pasado cuando se presentó en Concurso de Acreedores, la aerolínea argentina Flyest presentó el 21 de octubre el pedido de quiebra, al volverse insostenible su operación luego de más de siete meses en tierra debido a las restricciones gubernamentales y la falta de perspectivas.

Fuentes de la aerolínea indicaron a Aviacionline que  «mientras no salgan los edictos si aparece algún interesado podría levantarse la quiebra, los accionistas están trabajando en ello».

Flyest es propiedad de Air Nostrum, a través del grupo ILAI, junto a un grupo de empresarios argentinos, habiendo recibido sus aeronaves, así como apoyo técnico y administrativo por parte de la aerolínea española.

El pedido de quiebra también fue acompañado de la solicitud a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de la suspensión de su Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA) y la prórroga de las rutas que en su momento le fueron otorgadas.

«Si se llega al momento del dictado de los edictos sin ningún oferente. Se decretará la quiebra», sentenciaron las fuentes de la compañía.

En lo que respecta al personal, indicaron que «al momento permanecen en la empresa hasta que se expida el juez y se liquiden los activos, si los hubiera, para pagarles en caso de que se decrete la quiebra».

Previo al estallido de la pandemia Flyest operaba vuelos regulares desde el Aeroparque Jorge Newbery hacia Santa Fe y Sunchales, además de charters para equipos deportivos o empresas privadas. Su flota está compuesta de dos aeronaves CRJ-200 (LV-GIJ y LV-HQU) con capacidad para 50 pasajeros.

El año pasado también voló durante algunos meses a Reconquista.