El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que a partir del 25 de febrero, prohibirá a la compañía aérea estatal rusa Aeroflot operar en espacio aéreo de la unión, como parte de un fuerte paquete de sanciones económicas.

Aeroflot ha recibido esta mañana un Airbus A350, pero existen dudas sobre las futuras entregas y el cumplimiento de los contratos existentes en caso de que las sanciones se agraven.

En respuesta a las acciones ofensivas del ejército ruso en territorio ucraniano iniciadas esta mañana, el primer ministro indicó que se congelarían los activos de un centenar de personas, entidades y filiales. Esta medida incluye y afectará gravemente a Rostec, una corporación estatal que comprende 700 contratistas de defensa: Rosoboronexport, Russian Helicopters, United Aircraft Corporation y United Engine Corporation, entre otras, forman parte del conglomerado.

«En la reunión del G7 de esta tarde, hemos acordado trabajar unidos para maximizar el precio económico que pagará Putin por su agresión. Por nuestra parte, hoy el Reino Unido anuncia el mayor y más severo paquete de sanciones económicas que jamás haya visto Rusia.»

Recíprocamente, las empresas británicas también tienen ahora restringido el envío de «exportaciones de alta tecnología» a Rusia, lo que impedirá que varios productos fabricados en el Reino Unido, como semiconductores y equipos de aviación, lleguen a sus clientes rusos.

Las represalias podrían perturbar gravemente la aviación

La decisión del Reino Unido de prohibir las operaciones rusas no se limita a Aeroflot: según el NOTAM emitido, la prohibición incluye los servicios regulares propiedad de una persona relacionada con Rusia, o fletados por ella, o con matrícula rusa.

Si Rusia tomara represalias con una medida similar sobre su espacio aéreo, sería inevitable una importante disrupción de las rutas comerciales y de carga, ya que la ruta más corta para que los operadores británicos lleguen a Asia es a través del espacio aéreo ruso.

Aunque los aviones de largo recorrido tienen la capacidad técnica para operar rutas más extensas, los costes y tiempos añadidos harían tambalear su viabilidad económica.

Por otro lado, VSMPO-AVISMA produce el 30% del titanio mundial, muy utilizado en la industria aeroespacial. Aunque la industria aeroespacial mundial se ha detenido durante casi dos años como consecuencia de la inmovilización del Boeing 737 MAX y de la pandemia de COVID-19, lo que ha permitido a los fabricantes mantener una reserva de materiales, si la situación se prolonga durante un tiempo considerable se producirán naturalmente escaseces o subidas de precios.