El cazador incansable: a 65 años del primer vuelo del Grumman A-6 Intruder
La US Navy buscaba reemplazar al mítico Douglas A-1 Skyraider y en 1960 encontró al Modelo 128, que se transformó en la plataforma embarcada perfecta.
El Grumman A-6 Intruder, para muchos el avión embarcado de ataque todo-tiempo definitivo, sirvió con distinción en la Marina (US Navy) y el Cuerpo de Marines (USMC) de los Estados Unidos desde la década de 1960 hasta su retiro a finales de la década de 1990. Diseñado durante el apogeo de la Guerra Fría para operar desde portaaviones en cualquier condición meteorológica, el Intruder se convirtió en un pilar fundamental de las operaciones de ataque naval estadounidenses.
El desarrollo del A-6 comenzó a finales de los años 50, impulsado por la necesidad de la US Navy de reemplazar al veterano Douglas A-1 Skyraider con una plataforma a reacción, biplaza y capaz de realizar misiones de ataque precisas de día, noche y en condiciones meteorológicas adversas. Grumman ganó el contrato en 1958 con su "Modelo 128", que se convertiría en el A-6 (inicialmente designado A2F-1).
Su diseño, dirigido por Lawrence M. Mead, era característico: alas de flecha moderada montadas en posición media, una cola convencional y un fuselaje ancho que permitía una configuración de asientos lado a lado para el piloto y el bombardero/navegante.
Estaba optimizado para misiones subsónicas de largo alcance a baja altitud, propulsado por dos confiables turborreactores Pratt & Whitney J52 sin postcombustión, ubicados bajo las raíces alares para mejorar la eficiencia aerodinámica.

Tecnología de vanguardia
Para su época, el A-6 Intruder contaba con una aviónica revolucionaria. El corazón era el sistema DIANE (Digital Integrated Attack
Aprovechá todos los beneficios
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión