Nolinor Aviation, con sede en Canadá, anunció la reintegración de un Boeing 737-200 a su flota, marcando la primera expansión en su división norte en tres años. Esta decisión responde a la creciente demanda por aeronaves capaces de operar en pistas de grava, una necesidad especialmente pronunciada debido al auge de la actividad minera en Nunavut.
Una Inversión Estratégica
El Boeing 737-200 es celebrado por su adaptabilidad a los desafiantes terrenos del norte de Canadá, y es el núcle de la flota de Nolinor Aviation, que posee siete aeronaves de este modelo con una media de edad de 44 años.
De acuerdo con nuestro medio asociado Aeroin, tras siete meses de extensas reformas y más de 3 millones de dólares canadienses invertidos, este modelo específico se destaca en la industria aeronáutica por ser el único con certificación de Boeing para operaciones en pistas de piedra o grava.
Compromiso con el norte de Canadá
“La familia 737 tiene una capacidad única para operar en todo Canadá, permitiendo que Nolinor transporte pasajeros y provea servicios esenciales para regiones remotas en el norte”, comentó Charles Sullivan, presidente de Boeing Canada. “Con el apoyo de la equipo global de Soporte al Cliente de Boeing, continuaremos apoyando el 737-200 durante toda la vida útil de la flota”.
Por su parte, Marco Prud’Homme, presidente de Nolinor Aviation, destacó: “El consenso entre los expertos en aviación es claro – el 737-200 sigue siendo la elección ideal para servir las desafiantes regiones del norte. Esta reintegración es un testimonio de nuestro compromiso con el Norte y de nuestra confianza en las capacidades del 737-200. Con el apoyo continuo de Boeing, prevemos un futuro operacional largo y sustentable para esta aeronave, abarcando varias décadas”.
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