Desde el #AeroArchivo: operación de un F-27 de LADE en el aeropuerto Saint-Exupéry de San Antonio Oeste
Un 17 de enero hace 13 años, mientras me encontraba de vacaciones en Las Grutas (playa del norte patagónico que recomiendo a todo el mundo visitar), me acerqué hasta el aeropuerto Antoine de Saint-Exupéry que sirve a San Antonio Oeste, ciudad vecina al balneario (porque como dice la máxima n°9 del #AvGeek, «Que un #AvGeek haga un viaje por tierra no significa que no pisará el aeropuerto de la ciudad de destino«).
Ver también: 20 máximas del #AvGeek
Aprovechando el aniversario, y prendiéndome de un hashtag que suelo utilizar en mi cuenta de Twitter para traer del pasado fotografías o videos aeronáuticos de mi archivo, quiero volver a compartir con ustedes las impresiones de aquella visita que guardo en un lugar especial en mi corazón, porque después de todo, siendo de la norteña provincia del Chaco, presenciar la operación comercial de un vuelo de LADE era todo un privilegio que bordeaba la emoción.
En aquella época que siento tan cercana pero ya es lejana, Líneas Aéreas del Estado operaba un par de vuelos semanales que la unían con Buenos Aires y Comodoro Rivadavia en aeronaves Fokker F-27.
Los servicios fueron interrumpidos en 2009 cuando la empresa dependiente de la Fuerza Aérea los reemplazó por SAAB 340 de ala baja, y ante el mal estado de la pista, que en muchos sectores estaba consumida a piedras, se incrementaba el riesgo de un incidente.
El aeropuerto lleva el nombre del célebre escritor y aviador francés Antoine De Saint-Exupery, quien supo frecuentar estas tierras volando para Aeroposta Argentina, compañía que realizaba una escala en San Antonio Oeste camino hacia la Patagonia profunda.
Tanta historia le da una mística especial a sus instalaciones, aún cuando la terminal posee un diseño arquitectónico muy similar al de otros aeropuertos de pequeñas ciudades del sur del país, con planos rectos y áreas comunes con el tamaño justo para brindar un servicio aceptable para el nivel de tráfico que manejan (o manejaban, tanto en este caso como el de tantas otras más que perdieron vuelos de LADE entre 2005 y 2015).
Esta terminal se distingue por poseer un mural del famoso artista uruguayo Carlos Páez Vilaró en el hall principal, pintado en diciembre de 1989.
El aeropuerto tiene una pista de 1800 x 30 m, de asfalto. Una calle de salida en 45 grados y una plataforma de 6.000 m2.
Ver al F-27 aproximarse desde el océano Atlántico es una imagen que nunca voy a olvidar. Tampoco el rugir de sus motores peleando contra el viento patagónico.
Conté el descenso de unos 15 pasajeros y el embarque de otros 10. Las Grutas es el balneario patagónico más popular por lo que en enero recibe miles de turistas de toda la región, aunque la vía aérea nunca fue la opción más elegida (u ofrecida).
El turnaround fue velocísimo. En 20 minutos las escalerillas eran retiradas y los motores del F-27 volvían a rugir para seguir hacia Comodoro Rivadavia.
Tras su partida, el viento patagónico volvió a ser el principal protagonista del lugar, y aproveché para fotografiar otros sectores.
También pude grabar este brevísimo video de calidad bastante pobre, pero era la tecnología disponible entonces.
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Vale la pena destacar la labor del Aeroclub San Antonio Oeste, con sede en el aeropuerto, como guardianes de la actividad aérea de un lugar con raigambre pionera en el mapa de la aviación comercial argentina que todavía anhela volver a ser parte de ella.
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