De persistir la imprevisión, otras aerolíneas internacionales analizarían suspender vuelos hacia Argentina
Durante el fin de semana la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Argentina comunicó que gradualmente se iría ampliando el cupo diario de pasajeros permitidos en arribos internacionales, elevándolo de los actuales 600 a entre 700 y 1000 hasta fin de mes, cifras todavía exiguas comparando los 2.000 vigentes hasta junio.
Es por eso que desde la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina – JURCA, a través de un comunicado que lleva la firma de su director Ejecutivo, Felipe Baravalle, han vuelto a insistir ante el Jefe de Gabinete del gobierno nacional «evaluar y reconsiderar la forma en que se ha aplicado la Decisión Administrativa 683/2021» del 9 de julio.
Las compañías afirman mostrarse sorprendidas de que «a pesar de haberse incrementado la cantidad de vuelos, en muchos casos se ha reducido aún más la capacidad de ocupación de las aeronaves», dado que ANAC especifica la cantidad máxima de pasajeros que puede traer un vuelo, en muchos casos provocando la operación a pérdida «al punto de poner en riesgo la continuidad de los mismos y la conectividad actual de nuestro país con el resto del mundo».
«Una vez más, la industria aeronáutica no ha participado en la planificación, distribución y asignación de las nuevas frecuencias, realizándose una implementación sin coordinación previa ni trabajo conjunto de las autoridades locales y los organismos de aviación (ANAC) con las compañías aéreas en Argentina», prosiguieron desde JURCA.
Del lado de los pasajeros también emerge la imposibilidad de confirmar a ciencia cierta cuándo podrán volar dado que los pocos vuelos autorizados abarcan hasta finales de julio o principios de agosto.
La falta de «previsibilidad y planificación» provoca, según JURCA, que «otros asociados están analizando que, de mantenerse las condiciones de operatividad actuales, deberían definir la suspensión de su actividad en nuestro país», las que podrían sumarse a las nueve que ya lo han hecho (en algunos casos por cuestiones propias de Argentina y en otros también por las de sus respectivos países de origen).
«Las autorizaciones de vuelos se reciben en algunos casos con poco más de 24 horas de antelación a la partida del vuelo (lo que no sucede en otras partes del mundo), acentuando la imprevisibilidad (operativa, comercial y atención al pasajero) de las condiciones en las que se debe operar en nuestro país», recalcaron, insistiendo con la necesidad de un marco de previsibilidad que, aún en pandemia, se da en muchos otros países de la región y el mundo.
También aprovecharon la misiva para recordar la falta de alguna acción del gobierno para reducir los costos operativos bajo las condiciones actuales (solo hubo algunos alivios de EANA por los servicios de navegación aérea el año pasado).
«Reiteramos una vez más la necesidad urgente de concretar una reunión con el Sr. Jefe de Gabinete de Ministros o quien él designe para analizar, en primer lugar, la imperiosa necesidad de programar eficientemente vuelos que permitan el retorno de los argentinos que se encuentran en el exterior, pero asimismo la eliminación de cupos restrictivos, la ampliación de la capacidad de testeos/hora en los aeropuertos habilitados, reducción temporal de costos directos a la operación aérea, la habilitación de aeropuertos internacionales del interior como corredores sanitarios seguros, y la autorización de vuelos internacionales para periodos de por lo menos 3 meses vista», concluyeron desde JURCA.
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