Durante la última semana empezaron a surgir diferentes rumores respecto a la reactivación de los vuelos comerciales en Argentina tras casi 90 días de cuarentena.
En notas a diferentes medios generalistas, el ministro de Transporte, Mario Meoni, había expresado algunos puntos de un potencial reinicio de las operaciones, como que los vuelos se comercializarían al 70% de capacidad, y que se limitaría la cantidad de frecuencias a no más de 32 por semana.
En diálogo con Aviacionline, fuentes de alto nivel en Transporte, confirmaron que efectivamente se está avanzando de manera firme en reanudar los vuelos interprovinciales hacia mediados de julio, con una programación reducida de hasta 38 vuelos semanales, con mucho foco en Córdoba como hub y conectando principalmente destinos del sur, con el objetivo de «tal vez salvar algo de la temporada de invierno». La programación inicial estaría lista a principios de julio, y abarcaría sólo a tres provincias, dado que también encuentran mucha resistencia por parte de los gobernadores cuyas jurisdicciones presentan un bajo nivel de contagio.
Un punto interesante es que el resto de los medios de transporte de larga distancia (micros, trenes y autos particulares) podrían reiniciar sus servicios quince días después que los aviones, para así poder estudiar el impacto de las medidas, dado que el entorno aeronáutico es más sencillo de controlar (por ejemplo estiman que los micros no podrán tener paradas intermedias).
Buenos Aires, por el momento, queda fuera de la cuestión al ser el epicentro del COVID-19 en Argentina. Esto permitirá avanzar con un plan de obras en el Aeroparque Jorge Newbery que se extendería entre agosto y diciembre, por lo que, eventualmente, los vuelos se concentrarán en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
¿Y El Palomar? Si bien luego de la polémica desatada a fines de abril sobre su potencial cierre a operaciones comerciales la decisión quedó en suspenso, la realidad es que desde Transporte no ven «viable» tener tres aeropuertos en el Área Metropolitana de Buenos Aires, por lo que las low-cost deberían recalar en Aeroparque o bien en Ezeiza (y hasta se considera construir una terminal especial para ese segmento en este último aeropuerto). Pero bueno, hasta que no se reactive el mercado es imposible predecir qué puede suceder.
En relación a Ezeiza, la nueva terminal de partidas se inauguraría en dos o tres meses, mientras que paralelamente también se reactivarán las obras de la nueva torre de control, cuya finalización demoraría otro año más.
Existe cierto consenso en que se podría adelantar la fecha de reinicio de los vuelos internacionales, prevista hasta el momento para el 1 de septiembre. Pero tampoco sería inminente, dado que como mucho sería hacia mediados de agosto y analizando país por país (se descartan, por el momento, Brasil y Estados Unidos).
«No existe un programa firme de reapertura de vuelos internacionales», comentaron, pero las fuentes indicaron que los embajadores extranjeros están demandando la reactivación de algunos servicios.
Ayuda específica para el sector, no
Consultadas las fuentes respecto a posibles paquetes específicos de ayuda a las compañías aéreas, expresaron que más allá de los aportes que reciben al igual que cualquier tipo de empresa (programas ATP o diferimientos de tasas o impuestos), no se considera desarrollar beneficios especiales. «No está en la prioridad del gobierno», expresaron.
Aerolíneas y Austral: sin cambios, pero…
Las mismas fuentes indicaron que en el caso de la línea de bandera, no se prevee hacer despidos y que la intención en el mediano plazo es competir con Austral en el mercado de bajo costo.
Noticia en desarrollo.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión